jueves, 6 de noviembre de 2008

La vida transcurre...


A Ella le dolía su silencio con un dolor callado... comedido...
”educado” ya apenas hablaba de el, y si lo hacia era de paso, como no dándole importancia, solo dejaba asomar el sufrimiento una décima de segundo. Le brillaban los ojos con un centelleo oscuro, de niebla, de jugador próximo a la derrota, y en ese momento Eiko sabia que Ella no había olvidado y que como una mala enfermedad la estaba aniquilando por dentro. Eiko se esforzaba por hacerle ver los colores, y el cambio de estación, y le cantaba ilusiones de futuro con una voz blanca y limpia con unos labios que siendo los suyos no habían probado la boca que ahora la estaba quemando el pensamiento si Ella recordaba.
Ella la miraba con dulzura y se abrazaban la una a la otra intentando exorcizar aquel amor que cada vez mas frió estaban intentando sepultar en alguna parte donde no pudiesen encontrarlo, ni Eiko, ni Ella...
La tarde mansamente se vestía de noche, en algún lugar del mundo él, inocente seguía respirando. A pequeños sorbos Eiko respiraba por ella, que solo respiraba por él... y la vida transcurría.

1 comentario:

baobab ( el idiota) dijo...

Respira tu tambien amor y mira todos los colores que traen las estaciones, sabes tan bien lo que no tienes como lo que quieres tener, que eso no te derrote, guarda su recuerdo bien y vive tu futuro blanco y limpio sin miedo, con Eiko y conmigo. T.n. feliz.